Alimentario. Su fruto, conocido como uva de cordillera, es comestible. Es de sabor dulce, parecido al de una uva blanca, y se consume crudo o deshidratado. Con él se elaboran mermeladas, dulces o una bebida que se mezcla con harina tostada. Mediante su fermentación se elabora una chicha que se conoce como lleucao.
Maderero. El lleuque se caracteriza por tener una madera de color amarillo de muy buena calidad, que se utiliza principalmente en carpintería.
Medicinal. La corteza posee propiedades antifúngicas.