Alimentario. Las hojas secas y molidas se usan como condimento, ya que son muy aromáticas.
Artesanal. Se utiliza para la fabricación de instrumentos mapuche.
Combustible. Se usa como leña, aunque de baja calidad, ya que se quema muy rápido y no genera tanto calor.
Maderero. Pese a que se utiliza como madera, esta no es de buena calidad.
Mágico-ritual. Los católicos llevan un manojo durante el domingo de ramos para que sea bendecido. Con ello se calman los vientos y lluvias torrenciales. El miércoles de ceniza se queman las ramas y se ungen con las cenizas. Se cree que el humo que se genera al quemar las ramas ahuyenta los males si hay un enfermo en riesgo de muerte en casa. Las ramas del laurel, en conjunto con el humo de tabaco, se usan para golpear los corrales para atrapar peces. Este acto se realiza con el fin de proteger los peces atrapados del Ñadi, ser monstruoso que solo puede ser visto por brujos. También se realiza un sahumerio con laurel y canelo (Drimys winteri), con el motivo de contrarrestar las enfermedades causadas por el paso del Trauco. Se utiliza para elaborar el rehue.
Medicinal. La infusión de las hojas sirve para aliviar dolores de cabeza y síntomas provocados por infecciones de trasmisión sexual y también para tratar resfríos y otras enfermedades respiratorias. En baños se utiliza para tratar reumatismos crónicos. Con las hojas en polvo se elabora una pomada que sirve para tratar romadizos, afecciones herpéticas y otros problemas cutáneos.
Tintóreo. Corteza y hojas sirven para obtener un tinte color azul claro.