Alimentario. Los frutos son de sabor dulce y se consumen crudos, cocidos o deshidratados. Con ellos se elaboran mermeladas, dulces, jarabes y miel. Secos y molidos sirven para preparar un jugo refrescante con propiedades tónicas, el que puede fermentarse para obtener una chicha de agradable sabor, que recibe el nombre tecu. Los frutos deshidratados también se añaden a postres o dulces. Con las semillas secas y molidas se prepara harina. Con el jugo de los frutos se tiñe el vino.
Construcción. Su corteza es fácil de desprender, lo que permite que se utilice como cordel para amarrar.
Cosmético. Se utiliza como antimicrobiano en cosmetología, ya que mantiene la fisicoquímica de los productos. También se usa como antioxidante.
Maderero. La madera es blanda, por lo que se utiliza en la fabricación de instrumentos musicales.
Mágico-ritual. El maqui es uno de los árboles sagrados de los mapuche que conforman el rehue.
Medicinal. Las hojas frescas se beben en infusión en ayuno como hipoglicemiante. Masticar las hojas o beberlas en infusión ayuda a curar lesiones de la boca. Las hojas frescas, molidas y aplicadas en cataplasma, sirven para curar heridas superficiales, alivian los dolores de espalda y reducen hematomas, debido a sus propiedades analgésicas. Los frutos son antioxidantes y antiescorbúticos y poseen propiedades antidiarreicas y astringentes. Posee propiedades anticancerígenas, particularmente para el tratamiento del cáncer del colon. El vino de maqui se considera tónico y astringente para el tratamiento del acné. Los trozos de corteza colocados en la frente ayudan a disminuir el dolor de cabeza.
Tintóreo. Los frutos sirven para teñir lanas y telas de color marrón, rojizo y violáceo. Las mantas utilizadas por los caciques se tiñen con maqui. Con las hojas se tiñe de color verde, mientras que con las raíces se obtiene un color café.
Otros. Sirve para confeccionar jaulas para pescar.